jueves, 27 de noviembre de 2008

Carta Pastoral sobre el Sacerdocio.

Carta Pastoral sobre el Sacerdocio.
¡La paz de Cristo Sumo y Eterno Sacerdote este con todos ustedes!

Uno de los tesoros más grandes que Cristo le dejo a su Iglesia fue el Sacerdocio, pero desgraciadamente es uno de los puntos de la Fe que más a sido atacado, desvirtuado y mal utilizado en nuestro tiempo. El Sacramento del Orden es el Sacramento gracias al cual la misión confiada por Cristo a sus apóstoles sigue siendo ejercida por su Iglesia hasta el fin de los tiempos: pues es el Sacramento del ministerio apostólico.
Comprende tres grados: Episcopado, Presbiterado y Diaconado. Los obispos, presbíteros y Diáconos, en virtud de la Ordenación participan de la jerarquía, pero solo dos, el episcopado y el presbiterado participan del ministerio Sacerdotal. Los Diáconos son ordenados al servicio no al Sacerdocio.
El primer punto que quiero tratar es uno que esta escandalizado a muchas personas de buena voluntad: ordenaciones de mujeres.
¿Por qué la Iglesia Vetero no Ordena mujeres? Simple y sencillamente porque es invalida estas “ordenaciones”. ¿Por qué?
I.-Porque Cristo escogió solo varones para el trabajo apostólico. Mc 3,13-19
II.-Los apóstoles escogieron solo varones como sucesores suyos. Hch 1,12-26

III.-Los presbíteros Ordenados por San Pablo o los Doce apóstoles fueron varones. Hch 14,234
IV.-San Pablo nos dice como deben ser los Obispos (no como deben ser las “obispas”) 1 Tim 3,1-10
V.-Porque todos los grandes teólogos y santos Padres Apostólicos de la Iglesia rechazaron la idea de ordenar a las mujeres: LA LEY DIVINA LAS RECHAZO DE ESTE MINISTERIO. San Juan Crisóstomo.
Tal vez alguien se pregunte, ¿y la Diaconisa Febe? ¿y las demás Diaconisas de Oriente que existieron por varios siglos? San Pablo, que nombro a la Diaconisa Febe dirá en sus cartas: Que las mujeres no hablen en la Iglesia… que se tapen la cabeza…etc.
Las Diaconisas ayudaban a atender a las mujeres de la Iglesia, NO ADMINISTRABAN NINGÚN SACRAMENTO. Ya aclaramos que los Diáconos (y las diaconisas) fueron ordenados para el servicio, no para el Sacerdocio. Jamás encontraran ningún documento de los primeros siglos donde se diga que las diaconizas administraban los Sacramentos.
En la actualidad la “iglesia” que “ordena mujeres” al episcopado y al presbiterado basándose en la diaconisa Febe Rom 16,1, se le olvida que sus propios diáconos (varones), no pueden bendecir, (igual que en los Ritos Orientales), ¿por qué? Porque su Ordenación fue al servicio no al Sacerdocio, entonces, ¿por qué utilizan un texto de una diaconiza para justificar la “ordenación de mujeres” al Sacerdocio (Episcopado y presbiterado)? La Ordenación de mujeres no tiene NINGÚN FUNDAMENTO NI BIBLICO, NI TEOLOGICO, NI HISTORICO, NI PASTRITICO, NI DEL MAGISTERIO.
Los únicos que en la antigüedad ordenaron a las mujeres fueron aquellos que habían caído en herejías Doctrinales. Este dato es digno de meditar algunas veces.
La Iglesia Vetero fiel a Cristo y a su enseñanza NO ORDENA MUJERES AL SACERDOCIO.
La Iglesia Vetero prefiere obedecer a Cristo antes que darles gusto a algunas personas y a las “modas doctrinales”.
La gracia del Sacerdocio tanto en el Episcopado como en el presbiterado es inmensa. San Ignacio de Antioquía dijo: El Obispo es imagen viva de Dios Padre. San Juan Crisóstomo dijo: El señor Jesús dijo claramente que la atención prestada a su rebaño (de parte de los Sacerdotes) era prueba de amor a Él…Los Sacerdotes (Obispos y presbíteros) han recibido un poder y una autoridad que ni todos los ángeles y arcángeles del Cielo poseen.
Los Obispos poseen la plenitud del Sacerdocio. La Consagración Episcopal confiere, junto con la función de santificar, también las funciones de enseñar y de gobernar, como sucesores de los Apóstoles.
En virtud de la Consagración Episcopal, los Obispos, de manera clara y visible, hacen las veces del mismo Cristo, Maestro, Pastor y Sacerdote.
Uno queda constituido miembro del colegio Episcopal en virtud de la Consagración Episcopal y por la Comunión jerárquica con la Cabeza que es Cristo, y con los demás Obispos. El carácter y la naturaleza colegial del Orden episcopal se manifiestan, entre otras cosas, en la antigua práctica de la Iglesia, que quiere que para la Consagración de un nuevo Obispo participen varios Obispos. Los presbíteros, aunque no posean la plenitud del Sacerdocio y dependan de los Obispos en el ejercicio de su potestad, sin embargo están unidos ha estos en el honor del Sacerdocio, y en virtud del Sacramento del Orden quedan consagrados como verdaderos Sacerdotes de la Nueva Alianza, a imagen de Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote, para anunciar el Evangelio a los fieles, para apacentarlos y para Celebrar el Culto Divino.
El santo Cura de Ars dijo: El Sacerdote continúa la obra de redención en la Tierra… si se comprendiese bien al Sacerdote y su dignidad Sacerdotal en la Tierra se moriría uno, pero no de pavor, sino de amor… el sacerdocio es el amor del Corazón de Jesús.
Sin el Obispo y los presbíteros no se puede hablar de Iglesia. San Ignacio de Antioquía.
Los Obispos pastorean un rebaño que recibe el nombre de Diócesis 1Pe 5,2-4
Los presbíteros apacientan un rebaño más pequeño que se llama Parroquia. Los Sacerdotes atienden a los enfermos St 5,14, ya que Cristo, por medio de la Iglesia los instituyo para ello. Con tristeza vemos que algunas “iglesias”, permiten que no solo los diáconos (que en sí mismos no poseen el Sacerdocio), sino hasta los laicos den la Unción de los Enfermos, lo cual es nulo totalmente, ya que para Celebrar cualquier Sacramento se debe ser Sacerdote. Jesús es Sacerdote para siempre Heb 7,3 y de ese Sacerdocio, los Sacerdotes (Obispos y presbíteros) Veteros hemos recibido nuestra potestad.
Los Sacerdotes Veteros tenemos en Cristo nuestro modelo de Sacerdocio: Santo, sin maldad y sin mancha. Heb 7,26. Cada día los Sacerdotes Veteros, a ejemplo de Cristo nos convertimos en: Sacerdote, Victima y Altar. Unimos nuestra vida, ministerio y amor a Jesús a través de cada santa Misa por la salvación del mundo entero. Por el Sacerdocio se siguen Celebrando los siete Sacramentos, pero de forma especial el de la Eucaristía, el cual es el Sacramento de Sacramentos. Amemos y valoremos el infinito regalo del Sacerdocio que Cristo le entrego a su Iglesia, a la Iglesia Vetero. Roguemos al Señor Jesús por nuestros Sacerdotes. Por su Excelencia Reverendísima, ++ Monseñor Gonzalo Jaramillo Hoyos, por el Arzobispo de cada Diócesis y por todos los presbíteros. Ellos son un regalo de Dios para la Iglesia y para el Mundo. El Señor Jesús bendice abundantemente el ministerio Sacerdotal de los Veteros, porque contamos con una protección especial y la intercesión de la Madre de Dios, la Virgen María.
¡¡¡Que grande es la dignidad Sacerdotal que Cristo le ha entregado a los Sacerdotes (Obispos y presbíteros), lo más amado por Él: a su Esposa, la Iglesia!!!
¡¡¡Bendito sea el Padre, el Hijo y el Espíritu santo por habernos dejado el ministerio Sacerdotal!!!
+ Monseñor Victor Hugo García Cortés
Arzobispo Vetero de México.



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