lunes, 26 de enero de 2009

Carta Pastoral: Enciende una luz.

Carta Pastoral: Enciende una Luz.

Queridos hermanos en Cristo:

Hoy, quiero compartirles una reflexión que nace de lo más profundo de mi corazón. Acabamos de Celebrar el Primer Sínodo Diocesano, en el cual, entre otras cosas, definimos que rechazamos el dogma de la asunción de la Virgen (por no tener un fundamento bíblico, histórico o patrístico), definimos que pese a tener de parte de algunas “iglesias”, persecución, calumnia o simplemente rechazo, nosotros nos mantendremos abiertos al Ecumenismo, tolerantes, dispuestos a perdonar y a amar a todas las personas en Cristo.
Pero sobre todo, definimos Solemnemente, que siempre seremos Fieles a Cristo, a si Iglesia Vetero y a la Fe Católica Antigua (=Vetero), tal y como la guarda, predica y vive nuestra amada Iglesia. Porque hoy más que nunca la humanidad necesita el TESTIMONIO DE FE, DE VALENTÍA Y DE AMOR de la Iglesia Vetero.
Al final del Sínodo, en oración, encontré en las Sagradas Escrituras el siguiente texto: Hch 16,22-34
El cual narra que san Pablo y Silas fueron hechos prisioneros por ser fieles al anuncio del Evangelio, fieles al anuncio de la Verdad, Fieles a Cristo y a su Iglesia.
Hoy en día la Iglesia Vetero se encuentra “prisionera”, hoy en día no son los judíos, ni el gobierno del Imperio romano (hoy en día, son “otros romanos”) los que persiguen a la Iglesia de Cristo (entiéndase la Iglesia Vetero, y todas aquellas personas y comunidades eclesiales de buena voluntad), aunque en realidad es el demonio el que persigue a la Iglesia, solo que utiliza a personas, “iglesias” (como anteriormente lo fueron los judíos), gobiernos (como anteriormente lo fue el imperio romano) como instrumentos de su maldad, para tratar de destruir a la Iglesia. La Iglesia esta prisionera cuando se le niegan sus derechos más fundamentales, cuando se le persigue impunemente por parte de las “grandes iglesias” o gobiernos intolerantes. La Iglesia esta prisionera cuando se le trata de hacer callar su voz, cuando se le desacredita con mentiras, cuando sus miembros carecen de sus garantías fundamentales.
Pero es entonces que la Iglesia más se purifica, cuando más se santifica, cuando más se asemeja a su Cabeza: Cristo. Cuando estaban en la cárcel san Pablo y Silas, mientras todos los demás dormían (=el dormir es símbolo de ignorancia, de pereza espiritual, de mediocridad espiritual) ellos oraban y alababan a Dios. Cuando la Iglesia es perseguida, es cuando se purifica, cuando se rejuvenece, el Pastor de Hermas dice: cuando la Iglesia esta manchada por el pecado, la Iglesia es como una anciana, pero cuando se dedica a la oración y a la penitencia, se vuelve joven y bella. La Iglesia Vetero, siempre esta en vela, en oración, en adoración, tal vez muchas personas estén “dormidas, tal vez muchas “iglesias” estén cómodamente dormidas, nosotros no, ya que es justamente en los momento de tribulación en lo que debemos estar despiertos.
Es entonces que hay un terremoto. El terremoto es todo aquel acontecimiento fuerte, brusco y hasta doloroso que sacude las conciencias. Hoy en día, ni con un mega terremoto muchas personas o iglesias despiertan, tan solo pensemos en las “grandes” iglesias, todos los días pierden más y más gente y siguen dormidas, cada día hay más jóvenes en las drogas, hay más hambre en el mundo, más delincuencia, más secuestros y las “grandes” iglesias siguen dormidas.
En medio de la confusión provocada por el “terremoto”, muchas personas buscan la puerta fácil: El carcelero tomo su espada para suicidarse. ¿Cuántas personas buscan la puerta fácil?
¿Brujos o esoterismo? ¿Sectas? ¿Drogas? ¿Delincuencia? ¿Suicidio?
Pero es entonces que la Iglesia, a ejemplo de san Pablo grita: ¡¡¡no te hagas ningún daño, que todos estamos aquí!!! Estamos aquí para ayudar a los demás, estamos aquí para acercarlos a Cristo y así descubran la voluntad de Dios. Para que su vida tenga sentido. Para que tengan una esperanza. Para que se sientan hijos e hijas de Dios.
El carcelero pidió luz. Si pidió luz, es porque estaba en la oscuridad. El pueblo latinoamericano vive desde hace más de 500 años en oscuridad y hoy más que nunca hay gente pidiendo luz, lo malo es que muchas de las “iglesias” tienen su antorcha apagada. La Iglesia Vetero brilla como una antorcha gigante la cual ilumina al mundo, la luz que trae no es la luz de ninguna persona, la luz que trae es Cristo mismo, por eso ilumina con tanta fuerza. Ciertamente algunas personas prefieren la oscuridad, pero la inmensa mayoría prefieren la luz, para poder ver la Verdad.
Es entonces que inicia el camino de la conversión. El carcelero les pregunto:
¿Qué debo hacer para salvarme?
Si no existieran los apóstoles no habría quien le diera la respuesta. Si no existiera la Iglesia Vetero, y aquellas personas y comunidades de buena voluntad no habría una respuesta.
La respuesta es Cree en el Señor Jesús y obtendrás la salvación tú y toda tu familia. No existe en la Iglesia el llanero solitario, la salvación es un acontecimiento comunitario, es por eso que Cristo fundo a su Iglesia. Para que el pueblo latinoamericano se salve debemos hacer llegar el mensaje de Salvación en dos direcciones las cuales se complementan: a personas y a las familias. La familia puede ayudar a sus miembros a vivir la Fe. Los miembros consolidan a las familias. Las familias son las Primeras expresiones vivas y plenas de la Iglesia.
Entonces san Pablo y Silas: les hablaron a él y a toda su familia… y a esa misma hora de la noche fueron bautizados él y toda su familia (esto implica que por la Fe de los papas los niños se pueden bautizar). Pero también significa que ellos escucharon el mensaje de Salvación y se bautizaron en el mismo momento. Yo siempre he dicho, lo que no se hace en “caliente” (rápido) ya no se hizo. El día de la Salvación es ¡¡¡hoy!!! Dice la Escritura. Solo cuando se derriba la “burocracia” de las “iglesias”, solo cuando la Fe esta libre de todo “papeleo”, de todo legalismo, se puede avanzar en el trabajo misionero. La historia termina con el carcelero con su familia, hechos miembros de la Iglesia, (por el Santo Bautismo) y convertidos en fieles seguidores de Jesús (por la predicación de san Pablo y de Silas). Pero la historia pudo haber terminado muy diferente, ya que el carcelero planeaba matarse. La historia de nuestro amada pueblo latinoamericano puede tener un final feliz como el del carcelero si seguimos Evangelizando, si seguimos Celebrando los Sacramentos y viviendo como los primeros cristianos o un final trágico si esperamos que “otros” (=las “grandes iglesias”) despierten, actúen y lleven la luz a los que viven en oscuridad.
Hoy más que nunca el mundo y en especial nuestro amado pueblo latinoamericano que vive en la oscuridad y encarcelados necesitan con urgencias que seamos fieles a la Fe Católica Vetero que Cristo nos dejo. Hoy más que nunca, pese a la persecución del demonio y de sus secuaces debemos mantenernos firmes, ya que Cristo nos prometió estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo Mt 28,20.
¡¡¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo!!!

+Monseñor Victor Hugo García Cortés
Arzobispo Vetero de México.

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